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La seguridad en la nube es un conjunto de procedimientos, políticas y tecnologías que fortalecen los entornos informáticos con base en la nube frente a las posibles amenazas de ciberseguridad. Como componente crucial de la arquitectura de la nube, las medidas de seguridad en la nube tienen como objetivo mantener los datos, las aplicaciones y los servicios en la nube protegidos frente a amenazas nuevas y existentes mediante controles y soluciones adecuados. La seguridad en la nube se puede lograr mediante el modelo de responsabilidad compartida, en el que tanto los proveedores de servicios en la nube (CSP) como los clientes en la nube tienen sus propios aspectos que necesitarían gestionar y proteger.
La informática en la nube es la práctica de acceder a software, bases de datos y recursos informáticos a través de Internet en lugar de confiar únicamente en hardware local. Este enfoque permite a las empresas escalar de forma eficiente externalizando parte o toda su gestión de infraestructura a proveedores de nube externos.
Algunos de los servicios de computación en la nube más utilizados incluyen:
El modelo IaaS permite a una empresa crear su propio datacenter virtual (vDC). Un datacenter virtual ofrece recursos con base en la nube en lugar de los beneficios físicos que puede ofrecer un datacenter tradicional. Con un datacenter virtualizado, no es necesario realizar mantenimiento periódico, actualizaciones ni mantenimiento de los equipos físicos.
El modelo PaaS ofrece una variedad de opciones que permite a los clientes aprovisionar, implementar o crear software.
En el modelo SaaS, se les proporciona a los clientes un software que no requiere el uso de ordenador o servidor en el que ejecutarse. Algunos de los ejemplos son Microsoft 365 (anteriormente conocido como Office 365) y Gmail. Con estas opciones los clientes solo necesitan un ordenador, una tableta o un teléfono para acceder a cada aplicación. Las empresas utilizan diversos términos para referirse a sus productos, desde DRaaS (recuperación ante desastres) o HSMaaS (módulo de seguridad de hardware) hasta DBaaS (base de datos) y, finalmente, XaaS (todo). Dependiendo de lo que comercializa una empresa, puede resultar difícil determinar si un producto es SaaS o PaaS, no obstante, al fin y al cabo, es mucho más importante comprender las responsabilidades contractuales del proveedor de nube. Los proveedores de nube amplían sus contratos para añadir seguridad en las formaciones de nube mediante servicios como HSMaaS (módulo de seguridad de hardware) o DRMaaS (gestión de derechos digitales).
Los modelos de implementación en la nube definen cómo se gestionan y acceden a los servicios en la nube en función de las necesidades de una organización. Cada modelo tiene diferentes niveles de control, escalabilidad y seguridad, por lo que es esencial elegir el adecuado en función de los objetivos empresariales.
Los cuatro modelos de implementación son:
Una infraestructura abierta para uso público o de un gran grupo industrial, opera en un modelo multiusuario; varios usuarios de diferentes organizaciones acceden al servicio al mismo tiempo
todos pueden comprarlo. Los mejores ejemplos de hoy en día son Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud Platform (GCP).
desarrollado para una empresa y no es posible compartir el hardware con nadie más. El modelo privado podría construirse en una nube pública o dentro de su propio datacenter, o en una empresa especializada en la creación de nubes privadas, es decir, un proveedor de servicios gestionados y es inaccesible para aquellos fuera de la organización mientras opera en un modelo de un solo inquilino; solo los empleados de una organización pueden acceder a la nube privada para diferentes necesidades operativas
Esto implica el concepto de intercambio entre empresas. En este modelo, se pueden compartir servicios o datos. Un ejemplo podrían ser las nubes desarrolladas para el gobierno y compartidas entre diversas agencias.
esto implica el uso de, al menos, dos de los tres modelos de implementación mencionados anteriormente: público y privado, privado y comunitario, o público y comunitario. Por ejemplo, tanto con la nube privada como con la pública, permite reducir la naturaleza fiable de la nube privada y la capacidad bajo demanda de la nube pública
Es ideal para empresas que proporcionan servicios u ofrecen productos
En términos generales, Amazon ha sido pionera en los conceptos de “seguridad de la nube” frente a “seguridad en la nube” para aclarar la responsabilidad compartida de los proveedores y clientes con respecto a la seguridad y el cumplimiento de normativa de la nube. Los proveedores son los principales responsables de la infraestructura física y de red que conforman el servicio en la nube y, a continuación, se aplica una escala móvil dependiendo del servicio en la nube específico adquirido, que determina la responsabilidad directa de seguridad del cliente.
En términos más prácticos, como se analiza en este artículo “La nube: Qué es y para qué sirve», los diferentes modelos de servicio en la nube —infraestructura como servicio (IaaS), plataforma como servicio (PaaS) y software como servicio (SaaS)— determinarán qué componentes, desde la infraestructura física que aloja la nube hasta los datos creados, procesados y almacenados en ella, serán responsabilidad del proveedor o del cliente y, por lo tanto, quién será responsable de protegerlos.
La seguridad de la nube forma parte de la oferta de proveedores de nube. Esto se garantiza mediante acuerdos y obligaciones contractuales, incluidos acuerdos de nivel de servicio (SLA) con el proveedor y el cliente. Las métricas de rendimiento, como el tiempo de actividad o la latencia, junto con las expectativas relativas a la resolución de problemas que puedan surgir, las capacidades de seguridad documentadas e incluso las sanciones por bajo rendimiento, normalmente pueden ser gestionadas por ambas partes mediante el establecimiento de estándares aceptables.
Para la mayoría de los usuarios de la nube, el resto de este primer analiza los desafíos, amenazas y otras áreas cubiertas por la “seguridad en la nube”.
La adopción de la nube amplía la superficie de ataque de una organización introduciendo más puntos de entrada para los atacantes. Por ejemplo, el uso de varias aplicaciones SaaS puede exponer enlaces débiles. Las organizaciones deben adoptar principios de confianza cero, segmentar recursos y evaluar su postura de seguridad regularmente para minimizar la exposición.
Las configuraciones erróneas son una de las principales causas de vulnerabilidades en la nube, a menudo exponiendo datos confidenciales a accesos no autorizados. Por ejemplo, un bucket de Amazon S3 mal configurado podría dejar archivos confidenciales accesibles al público. Las organizaciones pueden evitar configuraciones erróneas automatizando la gestión de la configuración, realizando auditorías periódicas y formando al personal sobre las mejores prácticas.
Los proveedores de nube protegen la infraestructura, mientras que los clientes son responsables de proteger sus datos y aplicaciones. Un malentendido de esta responsabilidad compartida puede dejar expuestas áreas críticas. Por ejemplo, no cifrar los datos almacenados puede dar lugar a filtraciones. Las definiciones de roles claras, las revisiones exhaustivas de SLA y la supervisión continua son clave para mitigar este riesgo.
Navegar por los requisitos de cumplimiento como GDPR, HIPAA y PCI-DSS puede ser un desafío en entornos de nube. Aunque los proveedores de nube a menudo ofrecen herramientas y marcos para respaldar el cumplimiento de normativa, la responsabilidad final de la privacidad y seguridad de los datos reside en las empresas que utilizan la nube. Las organizaciones deben trabajar estrechamente con los proveedores para garantizar que se cumplen los estándares de cumplimiento, emplear cifrado y otras medidas de seguridad para proteger los datos confidenciales y mantenerse informadas sobre la evolución de las normativas para evitar posibles infracciones.
La naturaleza multiusuario de los entornos en la nube, donde varios clientes comparten la misma infraestructura, aumenta el riesgo de una filtración de datos, ya que las vulnerabilidades en el sistema de un inquilino pueden afectar potencialmente a otros. Los atacantes pueden aprovechar credenciales débiles, API no seguras o vulnerabilidades dentro de recursos compartidos para obtener acceso no autorizado.
Todos los aspectos de una política concreta de seguridad en la nube son importantes, sin embargo, hay determinados pilares que todo proveedor debería ofrecer. Estos se consideran fundamentales y algunos de los aspectos más importantes de una infraestructura de seguridad en la nube. Al garantizar que el proveedor que seleccione abarca todos estos pilares, asegura la adopción de la estrategia de seguridad en la nube más completa que puede implementar.
Continuamente en supervisión: los proveedores de seguridad en la nube pueden ofrecer un vistazo de lo que está ocurriendo en sus plataformas de nube manteniendo registros en todo momento. En caso de un incidente, su equipo de seguridad puede inspeccionar y comparar los registros internos con los registros de su proveedor en busca de posibles cambios o ataques. Esto puede ayudar a detectar y responder rápidamente ante cualquier incidente que pueda ocurrir.
Gestión de cambios: su proveedor de seguridad en la nube debe ofrecer protocolos de gestión de cambios con el fin de supervisar los controles de cumplimiento cuando se solicitan cambios, se modifican o mueven activos, o cuando se aprovisionan o desmontan servidores. Se pueden implementar aplicaciones especializadas en gestión de cambios con el fin de que supervisen de forma automática comportamientos inusuales para que usted y su equipo puedan moverse rápidamente para mitigarlos y corregirlos.
Controles de seguridad con confianza cero: aislar sus aplicaciones y activos de misión crítica lejos de su red de nube. Mantener los workloads seguros, privados e inaccesibles ayudará a aplicar las políticas de seguridad que protegen su entorno con base en la nube.
Protección global de los datos: su proveedor debe ofrecer una protección de datos mejorada con cifrado adicional para todas las capas de transporte, una buena higiene de datos, supervisión de gestión continua de riesgos, intercambio seguro de archivos y comunicaciones impenetrables. En conclusión, su proveedor debe ser el mejor de su especialidad en lo que respecta a la protección de los datos de su empresa en todas sus formas.
Pregúntese a sí mismo: «¿Cuáles son mis inquietudes?» Esto le ayudará a determinar las preguntas a realizar a su proveedor de nube y que pueden ayudarle a comprender los aspectos más importantes a tener en cuenta.
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