Las penetration testing, también conocidas como «pen testing» o hackeo ético, es un proceso metódico utilizado para identificar vulnerabilidades dentro de la seguridad de un sistema informático, red o aplicación web. Los atacantes de las pruebas intentan descubrir debilidades que podrían aprovechar los agentes maliciosos imitando ataques reales en un entorno controlado. El objetivo principal de las penetration testing es descubrir las debilidades en la seguridad y ofrecer información práctica para fortalecer las defensas de una organización.
Las penetration testing se pueden clasificar en distintos tipos según el conocimiento que tenga el atacante de la prueba acerca del sistema objetivo y la magnitud de la prueba:
En las pruebas de caja negra el atacante de la prueba no sabe nada acerca del sistema o la red antes de realizar la prueba. Este tipo de prueba simula un intento de hackeo externo donde el atacante opera sin información interna. Es útil para evaluar qué tan bien funciona la seguridad de la organización.
Pruebas de caja blanca, también conocidas como «clear box testing», permite al atacante de la prueba tener acceso sin restricción a la arquitectura del sistema, código fuente y otra información vital. Este método de prueba permite una revisión completa de la seguridad del sistema accediendo tanto de forma interna como externa para identificar errores.
Las pruebas de caja gris combinan tanto pruebas de caja negra como de caja blanca, donde el atacante de la prueba conoce un poco el sistema. Este tipo de prueba simula un ataque perpetrado por un hacker interno o externo que tiene algo de conocimiento sobre el objetivo. Esto combina el enfoque detallado de una prueba de caja blanca con la conveniencia de una prueba de caja negra.
Las penetration testing consisten en un proceso estructurado que tiene el objetivo de garantizar una evaluación sistemática del sistema que se está probando. Las principales etapas consisten en:
El primer paso es establecer el alcance y los objetivos de la prueba. Los atacantes de la prueba recopilan el máximo de información posible respecto al sistema objetivo, red o aplicación. Esto incluye el uso de reconocimiento pasivo y activo para identificar los nombres de dominio, direcciones IP y otra información importante.
Durante la etapa de análisis, los atacantes de la prueba utilizan diversas técnicas para encontrar posibles vulnerabilidades y puntos de entrada. Esto incluye análisis de puertos, creación de mapas de la red y análisis de vulnerabilidades para detectar puertos abiertos, servicios y debilidades. Es fundamental realizar un análisis preciso para identificar áreas que necesitan más investigación.
Durante esta etapa, los atacantes de la prueba intentan obtener acceso al sistema objetivo aprovechando las vulnerabilidades encontradas en las etapas anteriores. Esto puede incluir el empleo de técnicas como inyección de SQL, descifrado de contraseñas y aprovechamiento de errores de software. El acceso al sistema le permite comprender el potencial impacto de un ataque exitoso.
Tras obtener el acceso, los atacantes de la prueba intentarán mantener su presencia en el sistema. Esto incluye la adición de puertas traseras u otros softwares maliciosos para garantizar que pueden acceder al sistema incluso después de que se haya aplicado un parche a la vulnerabilidad inicial. El mantenimiento del acceso simula escenarios del mundo real donde los atacantes permanecen ocultos durante largos periodos de tiempo.
Una vez que la prueba ha finalizado, se analizan y documentan los resultados. Este informe describe las vulnerabilidades descubiertas, las técnicas utilizadas para aprovecharlas y consejos sobre cómo solucionarlas. Esta etapa es crucial para que la organización reconozca los riesgos e implemente acciones correctivas. La creación de informes detallados establece un plan claro para la mejora de la seguridad.
Los atacantes de las penetration testing utilizan diversas técnicas y herramientas para realizar sus tareas de forma efectiva. Entre algunas de las herramientas más conocidas están:
Nmap (Network Mapper o «creador de mapas de red») es una sólida herramienta de código abierto utilizada para descubrimiento de la red y auditoría de la seguridad. Ayuda a identificar hosts en directo, puertos abiertos y servicios que se están ejecutando en una red. Nmap se utiliza ampliamente por su eficiencia y versatilidad en el análisis de la red.
Metasploit es un conocido marco de penetration testing de código abierto que proporciona información acerca de las vulnerabilidades de seguridad. Permite que los atacantes de la prueba simulen ataques reales y evalúa la seguridad de sus sistemas. Metasploit proporciona una amplia variedad de exploits, lo que la convierte en una fantástica herramienta para los atacantes de las penetration testing.
Burp Suite es una plataforma integrada para la evaluación de seguridad de aplicación web. Incluye herramientas para el análisis, rastreo, y aprovechamiento de vulnerabilidades de aplicación web. Burp Suite es crucial para detectar vulnerabilidades como inyección de SQL, XSS y autenticaciones débiles. Sus completas funciones la convierten en una herramienta fundamental para la evaluación de aplicación web.
Wireshark es un analizador de protocolos de red que supervisa y analiza el tráfico de la red en tiempo real. Ayuda a detectar actividades sospechosas y ayuda también a diagnosticar problemas de red. La habilidad de Wireshark de examinar los protocolos de red la convierten en una herramienta extremadamente útil para analizar la seguridad y solucionar problemas.
John the Ripper es una conocida herramienta de descifrado de contraseñas que identifica contraseñas débiles. Es compatible con diversas técnicas de cifrado y se utiliza para determinar la fortaleza de las contraseñas. La comprobación periódica de las contraseñas utilizando John the Ripper ayuda a confirmar que las políticas de contraseña son efectivas.
OWASP ZAP (Zed Attack Proxy) es un escáner de seguridad de aplicación web de código abierto. Ayuda a detectar errores de seguridad en aplicaciones web e incluye herramientas para la evaluación manual. Las potentes capacidades de OWASP ZAP y su IU fácil de usar lo convierten en una herramienta conocida entre los atacantes de penetration testing.
Las penetration testing tienen numerosas ventajas para las organizaciones:
Las organizaciones utilizan las penetration testing para identificar vulnerabilidades en sus sistemas, redes y aplicaciones antes de los hackers les ataquen. Las organizaciones pueden evitar las filtraciones de datos y los ciberataques identificando proactivamente y solucionando estas vulnerabilidades.
Las penetration testing protegen los datos sensibles descubriendo y mitigando las debilidades en la seguridad. Esto incluye información personal, datos financieros y propiedad intelectual. Garantizar la seguridad de los datos sensibles es fundamental para mantener la confianza del cliente y evitar consecuencias legales.
Muchas industrias tienen requisitos regulatorios para el análisis de la seguridad. Las penetration testing ayudan a las organizaciones a cumplir con los estándares como PCI-DSS, HIPAA, GDPR y DORA demostrando que han tomado las medidas oportunas para proteger sus sistemas. Las evaluaciones periódicas pueden ayudar a evitar multas y problemas legales relacionados con el no cumplimiento de la normativa.
Las penetration testing periódicas ayudan a las organizaciones a mejorar su postura de seguridad general al mejorar continuamente sus defensas frente a las amenazas cibernéticas. Proporciona información valiosa sobre las debilidades de la seguridad y ayuda a desarrollar estrategias de seguridad más efectivas. Una sólida postura de seguridad reduce la probabilidad de ataques exitosos.
Las penetration testing también evalúan las capacidades de respuesta ante incidentes de una organización. Ayuda a identificar lagunas en los procesos de respuesta y garantiza que el equipo de seguridad está preparado para gestionar los ataques reales de forma efectiva. Estar preparados es fundamental para minimizar el impacto de incidentes de seguridad.
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